Se suponía que iba a ser la gran noche de Brasil. La de la revancha, como dijo Raphinha, estrella del Barcelona, que quería ganar a toda costa. Y parecía el fin de una era, porque por un lado no estaba el hombre de la portada – Lionel Messi – pero tampoco Sparta reía, dada la ausencia de Neymar. A fin de cuentas, lo peor, porque la albiceleste logró desplegar toda su fuerza en el campo.
Los hombres de Scaloni, aunque huérfanos de su número diez, aplastaron a los verdeamarelos, complicándolos en la clasificación. Y sin embargo, el empate de Bolivia ya había llevado a los argentinos al Mundial de 2026, pudiéndolos defender como campeones del mundo. Luego Julián Álvarez y Enzo Fernández reafirmaron su superioridad, ofuscada solo por un momento por Matheus Cunha. MacAllister firmó el 3-1 antes de los cambios, para luego ver a Giuliano Simeone marcar el póker, definitivo y definido, del 4-1.
Al final del partido, los jugadores argentinos protagonizaron provocaciones contra Brasil, burlándose de los futbolistas rivales tras la aplastante derrota. Pero también hubo espacio para un homenaje a Lautaro Martínez. Durante las celebraciones de sus respectivos goles, Julián Álvarez y Enzo Fernández quisieron homenajear al delantero del Inter, ausente por lesión, emulando su celebración.