El Arsenal y la pieza que falta: Una victoria amistosa que lo revela todo
Tras asegurar el segundo puesto en la Premier League por tercera temporada consecutiva, el Arsenal se encuentra en un momento crucial: es ahora o nunca para conquistar el título. Sus recientes incorporaciones de pretemporada reflejan esta ambición. Jugadores como Noni Madueke, Martin Zubimendi, Christian Norgaard y Kepa Arrizabalaga han fortalecido la plantilla, y la tan esperada llegada de Viktor Gyokeres es inminente. Estas incorporaciones transformarán el equipo de Mikel Arteta, mejorando su control de balón, ofreciendo el tan necesario descanso a figuras clave como Bukayo Saka y, finalmente, dotándolos del delantero clínico que su línea ofensiva ha estado pidiendo a gritos.
El primer vistazo a algunos de estos nuevos talentos se produjo durante la victoria del Arsenal por 1-0 en pretemporada contra el Milan, un comienzo prometedor para su campaña de preparación. El partido tuvo el aire típico de un amistoso, con ambos equipos buscando su ritmo. Sin embargo, las dificultades del Arsenal para penetrar la notoriamente resistente defensa del Milan, propia de un equipo de Max Allegri, subrayaron una carencia crítica: la necesidad urgente de un delantero potente. Un jugador así no solo proporcionaría el toque decisivo, sino que, crucialmente, aseguraría que aprovechen las oportunidades y no permitan que los oponentes se mantengan en el partido.
Aunque las estadísticas de pretemporada no son definitivas, sí resaltan un área clave donde los `Gunners` necesitan mejorar, especialmente al enfrentarse a defensas sólidas, razón por la cual persiguen a Gyokeres. A pesar de registrar 23 tiros con nueve a puerta y un xG de 1.78, al Arsenal le resultó difícil desmantelar la línea defensiva del Milan hasta que Bukayo Saka logró encontrar el momento decisivo.
El Arsenal es consciente de la inmensa calidad y las dinámicas capacidades de Bukayo Saka y Martin Odegaard, quienes son expertos tanto en crear como en marcar. Sin embargo, incluso sus mejores esfuerzos solo han sido suficientes para asegurar un segundo puesto en la liga. La verdadera transformación de `casi campeones` a campeones depende de mejorar las posiciones actualmente ocupadas por Gabriel Jesus y Kai Havertz, quienes colectivamente aportaron 22 goles y seis asistencias. Gyokeres, quien asombrosamente anotó 39 goles solo en la máxima categoría portuguesa, demuestra el tipo de prolificidad que, incluso si se reduce a la mitad, podría ser precisamente lo que el Arsenal necesita en su búsqueda de la gloria definitiva.
En la Liga de Campeones, el Arsenal alcanzó las semifinales, un logro encomiable, aunque Kai Havertz y Gabriel Jesus combinaron solo cuatro goles en su campaña. Con Gyokeres liderando el ataque, es plausible que hubieran podido superar al PSG y avanzar más allá de las semifinales. Para el Sporting, marcó seis goles en solo ocho partidos y participó activamente en la presión, manteniendo constantemente inquietos a los oponentes con el balón. El reciente amistoso volvió a enfatizar la necesidad crucial de un verdadero `cazador de área`, un delantero hábil para realizar desmarques inteligentes cerca del gol y llegar con precisión en el momento oportuno para cambiar decisivamente el rumbo del partido.
Si Gyokeres se une y mantiene su impresionante ritmo goleador, no solo amplificará la amenaza que representan jugadores como Bukayo Saka, sino que también permitirá que Ben White contribuya de manera más significativa al ataque. Si a esto le sumamos el regate excepcional y la creación de oportunidades de Noni Madueke, resulta convincente argumentar que esta temporada podría presentar la plantilla del Arsenal más talentosa bajo la dirección de Mikel Arteta hasta la fecha.
En última instancia, estas ambiciones solo importarán si se traducen en trofeos. Sin embargo, dada la decidida apuesta `a todo o nada` de los `Gunners` en esta pretemporada, la alineación estratégica de sus nuevos fichajes es innegable. Norgaard y Zubimendi aportan experiencia al centro del campo, Madueke ofrece la chispa necesaria para desarmar defensas rivales, mientras que Gyokeres está llamado a marcar goles cruciales, y con ellos, potencialmente mucho, mucho más.