«Irremplazable». Así define Marco Civoli, histórico periodista de Rai, a Bruno Pizzul, quien lamentablemente falleció hoy a los 86 años. En una entrevista con Tuttomercatoweb.com, Civoli compartió sus recuerdos: «Trabajé con él unos quince años, y Bruno era una figura destacada en la redacción y en el panorama futbolístico italiano. Al principio, siendo joven, podría haber sido intimidante trabajar con profesionales de su calibre, pero él, como muchos otros colegas, me facilitó la integración y compartió generosamente su experiencia con los más jóvenes. Bruno fue un verdadero punto de referencia para todos nosotros».
Pizzul era un comentarista muy apreciado, en parte por su estilo sobrio y calmado…
«Precisamente los comentarios de hoy resaltan esa cualidad tan especial. Era un icono popular, cercano a la gente. A pesar de su vasta cultura y lenguaje refinado, siempre se consideró uno más del pueblo. Nunca olvidó sus raíces en Cormons, un pequeño pueblo que siempre recordaba con cariño, mencionando con orgullo que también había dado dos árbitros a la Serie A. Era un hombre del pueblo que transmitió grandes emociones a través del micrófono».
¿Qué representó Pizzul como comentarista en la historia de la Rai y de la televisión italiana?
«Fue un comentarista único, inigualable e irrepetible. No creo que nadie, ni siquiera los más jóvenes, hayan intentado imitar su estilo. Pertenecía a una época dorada de la televisión, aunque no tan lejana, ya que trabajó en la Rai hasta 2002, y luego continuó su carrera en otros medios. Fue un producto de esa era televisiva en la que la Rai tenía el monopolio del deporte, y sin duda, su voz marcó una época».
Y en la historia de los comentaristas deportivos en general, ¿qué lugar ocupa?
«Si Martellini fue el mejor en su época, especialmente por su narración del Mundial 82, Bruno fue una figura más completa y versátil. No solo fue un gran comentarista, sino que también condujo programas emblemáticos como ‘Domenica Sportiva’ y ‘Domenica Sprint’ en Raidue. Fue un periodista y comentarista excepcional, pero sobre todo, una persona humilde y entrañable».
