Vincent Labrune, el actual presidente de la Ligue de Football Professionnel (LFP), ya había aplicado un recorte del 30% a su salario la temporada pasada. Sin embargo, un reciente informe de L’Équipe ha revelado que se prepara para una nueva disminución, esta vez de una magnitud mucho mayor.
A principios de la última temporada, Labrune percibía un sueldo mensual de 100.000 €. Tras la firma de un acuerdo de derechos televisivos con DAZN, que se concretó en condiciones subóptimas y fue rescindido después de tan solo una temporada, su remuneración se ajustó a 70.000 € al mes.
A partir del 1 de octubre, su salario experimentará otra bajada significativa, estableciéndose en 23.000 € mensuales. Esta decisión fue anunciada por el propio Labrune durante un consejo administrativo celebrado el lunes. Además, manifestó su deseo de que el sueldo del presidente de la LFP se acerque eventualmente a 0 €.
Estas medidas se implementan en un contexto de serias dificultades económicas para el fútbol francés, marcadas por la escasez de ingresos derivados de los derechos de transmisión, a raíz del lanzamiento del canal propio de la liga, Ligue 1 Plus. Coinciden también con una profunda reestructuración en la gobernanza del fútbol galo, donde la FFF (Federación Francesa de Fútbol) busca asumir un control más amplio, pendiente de la aprobación gubernamental. Este cambio de paradigma podría relegar a la LFP a un papel más secundario.