El Manchester City encuentra éxito con tácticas de balón largo frente al Chelsea
Después de semanas en las que parecía que una presión bien organizada era suficiente para desestabilizar al Manchester City, Pep Guardiola encontró una solución simple. Ante la imposibilidad de superar la presión del Chelsea mediante el juego corto, el City optó por el balón largo hacia Erling Haaland.
Esta táctica resultó efectiva, convirtiendo lo que parecía un empate inminente en una victoria por 3-1. Este triunfo no solo devuelve al City al cuarto puesto, sino que también ofrece una posible estrategia para enfrentar la presión del Club Brugge en su próximo partido de Champions League.
Sin embargo, surgen dudas sobre la viabilidad a largo plazo de esta táctica. Si el Chelsea hubiera mantenido su intensidad inicial, el City podría no haber tenido tiempo para implementar esta estrategia. Además, la defensa del City mostró vulnerabilidades, especialmente con el debut de Abdukodir Khusanov.
El partido comenzó con el Chelsea dominando los primeros 10 minutos, explotando las debilidades en la alineación del City. La presión afectó particularmente a Khusanov, quien cometió varios errores que llevaron al gol inicial del Chelsea.
La ausencia de Rodri se hizo notar, ya que el City luchó para superar la presión en el mediocampo. Sin embargo, Guardiola ajustó la estrategia en el descanso, optando por balones largos hacia Haaland, quien aprovechó su fuerza física para crear oportunidades.
Esta táctica resultó en dos goles cruciales, con Haaland asistiendo a Foden para el tercero. No obstante, queda por ver si esta estrategia será efectiva contra el Club Brugge, un equipo fuerte en el juego aéreo.
Aunque el balón largo no es típico del estilo de Guardiola, demostró ser una solución efectiva cuando el plan A falló. El City encontró una salida a sus problemas iniciales, pero deberá estar preparado para adaptar su estrategia nuevamente en su próximo desafío europeo.