En una entrevista concedida a SportChannel214, el presidente del Avellino, Angelo Antonio D`Agostino, ha ofrecido sus reflexiones tras el reciente ascenso del club a la Serie B.
D`Agostino calificó la promoción como «una victoria deseada», reconociendo que el inicio de la temporada estuvo marcado por dificultades, lo que finalmente llevó a la destitución de Michele Pazienza y parte del personal directivo. A pesar de estos cambios, el presidente enfatizó la firme convicción, compartida con su hijo Giovanni, en la calidad de la plantilla. Esta confianza los llevó a tomar la decisión de encomendar la dirección técnica a Raffaele Biancolino, a quien describió como «un hombre de confianza» con profundo conocimiento del club y la capacidad necesaria para gestionar tanto el momento deportivo como a un grupo de jugadores de talento. Según D`Agostino, esta habilidad para manejar el vestuario fue precisamente lo que faltó en la etapa anterior con Pazienza, justificando los cambios drásticos. La decisión de renovar completamente (entrenador y staff) fue vista como una «elección valiente» pero indispensable para evitar un desenlace negativo, demostrando ser la acertada. Añadió que, a pesar de los ajustes, la base del equipo construida al principio de la temporada era «a la altura» y que parte del mérito del éxito pertenece también a quienes formaron parte de ese inicio.
Respecto a la continuidad de Biancolino en la categoría superior, D`Agostino confirmó sin dudar que el técnico puede entrenar en la Serie B, recordando su contrato vigente hasta 2026. Desmintió categóricamente la idea de que Biancolino fuera «un ripiego» (una solución de emergencia o temporal). Insistió en que la elección fue meditada y se basó únicamente en la confianza en las cualidades del entrenador, tanto profesionales como humanas, y no en una decisión apresurada o motivada por razones económicas. «Creíamos en él», reiteró el presidente, subrayando que fue una elección «prudente y no arriesgada».