La carrera por el título de liga se presenta como una competición larga e incierta, quedan once partidos y todo puede pasar. Tras el empate en el estadio Maradona, los ánimos son contrastados. Mientras que el Napoli puede estar contento con el resultado y su actuación, el Inter lamenta la oportunidad perdida: estuvieron a pocos minutos de lograr una ventaja potencialmente decisiva en la lucha por el Scudetto.
El planteamiento conservador del Inter en la segunda parte, influenciado también por las lesiones, no resta mérito al golazo de falta de Dimarco, pero deja un sabor amargo. Los campeones de Italia siguen líderes, con un punto de ventaja sobre el Napoli de Conte y tres sobre el Atalanta, cuyo empate queda en parte ‘neutralizado’ por este resultado. La sensación general es que lo mejor del campeonato aún está por venir.
El Inter sufrió en Nápoles, se vio superado en la segunda mitad, con un bloque muy bajo y jugadores clave que no marcaron la diferencia: los delanteros no estuvieron acertados, el centro del campo fue superado y la defensa fue lo más destacado. Simone Inzaghi comentó al final del partido: ‘Los chicos dieron lo máximo contra un gran equipo que creció mucho en la segunda parte. Nos quedamos con este empate. En la jugada del gol del empate pudimos hacer mejor, lo revisaremos y analizaremos. Poner a Dumfries como lateral izquierdo y a Pavard como lateral derecho era arriesgado contra el Napoli, nunca lo habíamos hecho, pero no teníamos alternativas’.
La mala noticia también son las lesiones de Dimarco y Calhanoglu: ‘Ya estábamos en una situación de emergencia, Dimarco y Calhanoglu pidieron el cambio tras la primera parte. Intentaron aguantar un poco, pero no podían correr bien. Es una racha de lesiones’, añadió Inzaghi.
