El ambiente está tenso en torno a la Fiorentina, del tipo que solo una victoria puede disipar. Los tres puntos contra el Lecce son tan necesarios como el oxígeno para los toscanos, que han encadenado tres derrotas consecutivas en la Serie A tras haber logrado previamente una mini racha positiva. Palladino está experimentando de primera mano, por segunda vez en su temporada, la dificultad de llevar a cabo una revolución técnica y de jugadores, impulsada por el mercado de fichajes. Si en verano, especialmente en los últimos días del mercado, ya es difícil encajar las piezas, en enero es aún más complicado.
Palladino lo explicó todo en la rueda de prensa del otro día, destinada a presentar el partido de esta noche contra el Lecce, pero que acabó siendo un termómetro del estado de la Fiorentina en boca de su entrenador. Él partió precisamente de los grandes cambios que ya se produjeron en verano: ‘Tenemos que contextualizar todo lo que se ha hecho en estos meses. Este año se ha hecho una especie de revolución: en verano cambiamos al 50%. Y tuvimos dificultades en agosto y septiembre, pero salimos adelante con trabajo y encontramos grandes resultados juntos’.
Sus reflexiones también llegaron a tocar el presente de la Fiorentina: ‘Las otras dificultades las hemos tenido ahora, después de otra mini-revolución en enero. Hay que entender que no es que lleguen los nuevos, los pones dentro y todo funciona: se necesita tiempo, trabajo durante la semana y paciencia para integrarlos’.
