El presidente Claudio Lotito ha utilizado la ironía para describir la inusual ola de lesiones que ha afectado a la Lazio, con un total de ocho jugadores actualmente de baja. Sin embargo, calificar la situación de mera «mala suerte» es simplista; el club biancoceleste se encuentra inmerso en una verdadera y continua emergencia física desde hace dos meses, con problemas que van más allá de la simple casualidad.
Más allá de las dolencias previsibles, como las de Gigot (fuera de lista) y la mononucleosis de Isaksen, muchos de los problemas físicos que han surgido en este inicio de temporada parecen inexplicables. El caso de Matías Vecino es un claro ejemplo: clínicamente recuperado de una molestia muscular desde principios de agosto, el uruguayo aún no ha recibido su primera convocatoria de la temporada, lo que sugiere algo más que simple infortunio.
Las inquietudes por Rovella y Zaccagni
A las bajas iniciales de Lazzari y Rovella, que condicionaron las primeras jornadas, se suma ahora una creciente preocupación por este último. La terapia conservadora no está funcionando, y existe el riesgo de que se recurra a una operación con un mes de retraso, lo que complicaría aún más las decisiones tácticas de Maurizio Sarri. Mientras tanto, en el centro del campo, la lesión de Dele-Bashiru ha exacerbado la emergencia, obligando al técnico toscano a reintegrar a Toma Basic al equipo.
En la última semana, los problemas se agravaron con las bajas de Marusic y Pellegrini, antes del golpe más reciente y preocupante: la lesión de Mattia Zaccagni. La lesión muscular en el aductor podría ser más grave de lo que se pensaba inicialmente, lo que podría mantener al capitán biancoceleste fuera de los terrenos de juego por más de un mes, representando una ausencia significativa para el equipo.
Esta interminable y atípica lista de lesiones contrasta notablemente con el historial de Sarri, quien rara vez ha tenido tantos problemas de índole física en sus anteriores clubes. ¿Es mala suerte? ¿Es el microclima particular del primer retiro de la Lazio no realizado en la montaña? ¿O quizás un cambio en el método de trabajo del propio Sarri? Lo cierto es que la emergencia de lesiones persiste, dejando perplejo incluso al cuerpo técnico, que no encuentra una explicación clara para esta prolongada serie de infortunios.