El Liverpool jugará su primera y única final de la temporada en cuatro días. En Wembley, el equipo de Arne Slot se enfrentará al Newcastle en la final de la Copa de la Liga inglesa. Tras ser eliminados de la Champions League por el Paris Saint-Germain, este partido es el más importante para los reds en lo que resta de temporada, considerando que el actual líder de la Premier League – como otros grandes equipos europeos como el Milan o el Barcelona – no se ha clasificado para el próximo Mundial de Clubes.
A falta de nueve jornadas para el final, la Premier League es prácticamente un hecho: el Liverpool tiene +15 puntos sobre el Arsenal, segundo en la tabla, ha dominado el campeonato de principio a fin y solo espera la confirmación matemática para conquistar su vigésimo título nacional, el segundo desde la creación de la actual y exitosa Premier League (1992).
A pesar de la eliminación de la FA Cup contra el Plymouth hace un mes, y de la reciente eliminación de la Champions League a manos del PSG, Arne Slot puede estar satisfecho con su primer año tras la era Klopp. Sin embargo, el entrenador holandés es consciente de que esta temporada ha construido su éxito con el mismo grupo de jugadores de años anteriores, y que la próxima temporada todo será diferente.
En el Liverpool juegan tres de los mejores jugadores que terminan contrato: Trent Alexander-Arnold, Virgil van Dijk y Mohamed Salah. Es decir, la columna vertebral del equipo actual, que difícilmente seguirá siendo la misma en el futuro, ya que en ninguno de los tres casos la directiva inglesa está cerca de la renovación. De hecho, en este momento, para los tres, la opción más realista es la marcha libre.
Es muy probable que en unas semanas el Liverpool tenga que sustituir a tres titulares y luego afrontar otras situaciones a evaluar. Por ejemplo: ¿es Darwin Núñez el delantero centro en el que seguir confiando? ¿Es acertado vender a Alisson Becker para apostar definitivamente por Giorgi Mamardashvili? Preguntas que aún no tienen respuesta. Además, el único otro fichaje del pasado verano además del portero georgiano, Federico Chiesa, ya no entra en los planes y espera volver a la Serie A. Y también podrían irse Caoimhin Kelleher, Wataru Endo, Harvey Elliott y Diogo Jota. Si esto no es una revolución…