La prensa ha bautizado el próximo partido como «Misión coraje». El Nápoles se enfrenta a un partido fuera de casa crucial contra el Parma. Los aficionados del Nápoles han recibido permiso para viajar, y se espera que unos 5.000 seguidores apoyen al equipo dirigido por Antonio Conte.
El entrenador, por su parte, motiva intensamente a sus jugadores antes del encuentro en el estadio Ennio Tardini y de los dos últimos partidos de la temporada, que tienen el potencial de culminar en el triunfo del campeonato. Dos victorias en los partidos restantes asegurarían el tan ansiado Scudetto.
Sin embargo, el equipo tendrá una baja importante. Stanislav Lobotka queda fuera de juego y se perderá los partidos contra el Parma y el Cagliari en la última jornada. Según ha comunicado oficialmente el club, al jugador eslovaco se le ha diagnosticado una contusión y un esguince en el tobillo derecho tras someterse a pruebas médicas. Lobotka ya ha iniciado el proceso de rehabilitación. Su lugar en el centro del campo está listo para ser ocupado, con Gilmour como principal candidato.
El próximo partido en el Tardini evoca además poderosos paralelismos históricos para el club napolitano. 27 años después de un doloroso descenso a la Serie B en este mismo estadio (el 11 de abril de 1998), el Nápoles tiene ahora la extraordinaria oportunidad de conseguir el mayor triunfo posible en el fútbol italiano (con el 18 de mayo de 2025 como fecha potencial de celebración del Scudetto). La historia del club ha recorrido un largo camino, y ahora existe una clara posibilidad de redención y gloria en el mismo lugar donde sufrieron un revés significativo hace casi tres décadas.